La pregunta NO es ¿estará Falcao para el Mundial? La pregunta es ¿llegará Colombia a Brasil?

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Falcao en el estadio de Cornellà-El Prat.

Después de asistir al estadio de Cornellà-El Prat, propiedad del RCD Espanyol, para ver el opaco empate a un gol entre Colombia y Túnez, bajé a la zona mixta del campo y vi salir debajo de una gorra de béisbol a Radamel Falcao García. Tenía el pelo recogido, vestía jean y un jersey azul y blanco. Salió de primero. Iba a la cabeza del desfile ante los medios que imploraban una declaración. “Marica, ahí va Falcao, y ya camina”, oí comentar con alegría a dos colegas de la radio, que quizás esa noche terminaron, en la Rambla de Barcelona, celebrando y brindando con absenta lo que habían visto. ¡El milagro! Falcao ya camina.

Claro, como no jugó, como está en proceso de recuperación de la lesión de su rodilla izquierda, el delantero del Mónaco no habló, siguió derecho. Los protagonistas eran otros. Uno a uno, titulares y suplentes se fueron deteniendo ante los micrófonos de los periodistas para dar declaraciones de un partido aburrido, lento y que no mostró en ningún instante esa Colombia punzante y eléctrica que nos vende la prensa desde el otro lado del Atlántico y que la clasificación FIFA señala como la quinta mejor selección de fútbol del mundo.

Uno a uno, James Rodríguez, Jackson Martínez, Abel Aguilar, Faryd Mondragón, Amaranto Perea, entre otros, fueron dando explicaciones de una Colombia irreconocible. Sí, fue un juego amistoso y para eso están ese tipo de partidos. Para detectar falencias y encontrar soluciones, pero haciendo a un lado esta historia, creo que a los jugadores se les está enviando un mensaje que los convierte en el equipo inseguro que vimos esa noche los que soportamos el frío del invierno en las tribunas del estadio espanyolista. Una selección que no apunta a nada. Un equipo preocupado por un futbolista lesionado. ¿Y los demás no juegan?

Y el problema, quizás radica en que Colombia, desde el presidente Santos a las cadenas de oración tienen superlativa preocupación por la puesta a punto de Falcao, de cara al Mundial de junio-julio en Brasil. ¿Llegará? ¿Se recuperará de su rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda? Se cuestionan todos los días. Y hasta rezan por él. La pregunta no es esa. Después de lo visto ante Túnez, la pregunta es: ¿llegará Colombia a Brasil? O ¿sólo será un equipo fantasma pensando en su 9 titular (lesionado)?

Por el bien de la Selección, de su rendimiento en el Mundial de Brasil, Falcao debería hacerse a un lado, recuperarse del todo, sin acelerar procesos. Y dejar que los Adrián Ramos, Teo Gutiérrez, Jackson Martínez, Vítor Ibarbo, Carlos Bacca, Juan Guillermo Cuadrado, James Rodríguez, Fredy Guarín, Pablo Armero, David Ospina, y los demás convocados, sean los protagonistas y encuentren su propio camino en Brasil sin el 9 del Mónaco. Porque ellos también juegan dentro del campo.

Veinte años sin (Alberto Pedro) Vivalda

Vivalda
Desde que Alberto Pedro Vivalda
dejó la portería de Millonarios en 1985, el arco del equipo azul de Bogotá no tiene quien lo defienda. Sí, después del argentino han pasado, entre otros, Higuita, Basigalup, Jiménez, Cousillas, Franco, Córdoba, Irigoyen, Búrguez, Cuadrado, Delgado, Ramos, pero ninguno ha logrado volar tan alto como el arquero nacido en Buenos Aires, el 10 de febrero de 1956.
“El loco”, como le apodaron los periodistas en Colombia durante los tres años que fue titular de Millos (1982-1985), no solo por sus atajadas sino por su forma de vivir bajo los tres palos o sus salidas a mitad del campo, era eso.
Algunos atrevidos cuentan que la excursión de Higuita fuera del área en el partido Colombia-Camerún del Mundial de Italia 1990, que terminó con el gol de Roger Milla, fue un sentido homenaje de René a su mentor y de quién heredó el apelativo también de loco. Higuita era su suplente y alumno más aventajado en aquel Millonarios. Dicen que esa misma jugada la hizo Vivalda en un clásico contra Santa Fe. ¿Fue en 1983? ¿1984? ¿1985? El año poco interesa. Vivalda salió hasta la mitad del campo. Intentó regatear a Odine y Gottardi y perdió la pelota, que terminó de igual manera. Gol. Esa vez no fue de Camerún ni el portero era Higuita. El gol fue de Santa Fe y Vivalda el portero que lo sufrió. Millonarios perdió ese partido 2-3. Pero los aficionados perdonaron a Vivalda, porque resumía en su piel el espíritu de aquel Millonarios de José Omar Pastoriza. Riesgo, alegría, contrataque, velocidad y toque.
Recuerdo que de niño lo tenía en un póster fijado a una de las paredes de la habitación en mi casa de Palmira. En esa imagen, extraviada en el tiempo, viste buzo gris, pantaloneta y medias azules, y botines Puma. Está flanqueado por su defensa de entonces: Germán Gutiérrez de Piñeres y Miguel Augusto Prince, a su derecha; y José Daniel Van Tuyne y Hernando ‘El Mico’ García, a su izquierda. Sus ojos azules miran a un lado, evitando ser confrontado por el lente de la cámara. Dicen quienes lo tuvieron cerca que era tímido y callado. Quizás en el instante de esa foto se acordaba de una atajada-contrataque que le vi hacer en el estadio Pascual Guerrero de Cali. Esa tarde América recibía la visita de Millonarios. No tengo datos del marcador, pero en mi memoría quedó grabada la jugada. Tiro de esquina a favor del América. Juan Manual Bataglia chuta la pelota que se eleva buscando en el área la cabeza de Juan Martín Penagos. Pero en la trayectoria se cruzan las manos del portero que, impulsando su cuerpo, volaba como un pájaro, agarró y sostuvo el balón. Como un sostenido del baloncesto pero en horizontal. Y así como un pájaro, aún sin tocar tierra, sacó la pelota hasta la mitad del campo para sorprender a todos los contrarios e iniciar el contragolpe azul con su socio en la delantera, Alejandro Barberón. No sé cómo terminó esa acción. No me interesa ahora. El ¡uyyyyy! y el aplauso de todo el público en el estadio, que no era el suyo, me aturdió. Con esa jugada había tenido para saber qué era el fútbol para Vivalda. Sorpresa. Así se mató hace 20 años, el 4 de febrero de 1994, cuando se lanzó a un tren en la estación de Vicente López, Buenos Aires (Argentina).

Sostiene Pereiro (que así fue cómo vendió una etapa del Tour)

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Hincapié y Pereiro, etapa 15 del Tour de Francia de 2005.

(Con perdón de Antonio Tabucchi).

Sostiene Pereiro que fue un día de verano. Cuando se corría la etapa número 15 del Tour de Francia de 2005. Una magnífica tarde de calor, sol, bicicletas y mucha gente a lado y lado de las carreteras en los Pirineos. Parece que iba en la fuga buena de la etapa, que llevaba al pelotón de Lézat sur Lèze a Saint Lary Soulan, en la carrera francesa. Era el trayecto final de los 206 kilómetros de la jornada y Pereiro pedaleaba sobre su bicicleta BMC, vestido con los colores verde, blanco y amarillo de su equipo de entonces, el Phonak suizo. El viento soplaba y su maillot, que estaba totalmente abierto, lo dejaba ver como una mariposa que volaba sobre su bici. Lo llevaba así para contrarrestar mejor los casi treinta cinco grados de temperatura que marcaba el termómetro aquel día. Detrás, sólo separado por el tubular de la rueda trasera de Óscar Pereiro, un tal George Hincapié movía sus piernas largas para empujar los pedales y llevar su bicicleta Trek a la misma velocidad que la máquina del ciclista gallego.
Sostiene Pereiro que hubo un momento en que, a falta de un par de kilómetros para arribar a meta, el ciclista del Discovery Channel, primer gregario de Lance Armstrong durante ese y otros Tours, se animó a decirle algo en español. Idioma que Hincapié, a pesar de haber nacido en Estados Unidos, manejaba bien por sus padres colombianos. Sostiene Pereiro que Hincapié le habló de una suma de dinero. Pero explica que no entendió bien si era el precio que exigía el americano para dejarle cruzar a él primero la raya de meta o que la cifra hacía referencia a lo que Hincapié iba a pagar al ciclista gallego por dejarse ganar la etapa.
Sostiene Pereiro que no escuchó o no entendió bien lo que mencionó el ciclista del Discovery Channel, quizás por el bullicio y los gritos de los aficionados en las cunetas. Fue entonces cuando se preparó para disputar el sprint, convencido de que era él y no Hincapié quien iba a cruzar como primero la línea de llegada. Como ironía, huelga decir que Phonak, la marca que patrocinaba a Pereiro, vendía o vende sistemas para mejorar la audición en las personas. Ni siquiera la oreja gigante estampada en su maillot le sirvió para oír mejor.
Sostiene Pereiro que se sorprendió cuando, antes de que él cerrara su maillot para las fotos, vio que Hincapié se paró en los pedales para tomar más velocidad, salió por su derecha y lo paso para ser el primero en el podio. Hincapié ganó la etapa con un tiempo de 6 horas, 6 minutos y 38 segundos. Sostiene Óscar Pereiro que, pasada la meta, reclamó a Hincapié, pero éste le contestó que así lo habían arreglado y que le pagaría lo acordado. Con el desparpajo que lo caracteriza, el gallego contó al aire esta anécdota a sus compañeros de la Cope. La emisora para la cual trabaja como comentarista en el programa Tiempo de Juego. Y hasta se atrevió a decir que al día siguiente fue el hazmerreír y centro de burlas de todo el pelotón. Armstrong incluido. Éste se le acercó y dijo: “Fucking Pereiro, you idiot. Ha!”.
Sostiene Pereiro que cobró el dinero por la etapa que vendió, sin querer queriendo, a Hincapié. Sostiene que el enfado, por la que había liado el día anterior, lo hizo atacar, ser parte de la fuga -otra vez buena, junto al australiano Evans, el italiano Mazzoleni y el español Zandio- y disputar el final de la etapa en Pau. Era la número 16 de Tour 2005. Después de 180,5 kilómetros, Pereiro esta vez sí ganó en el sprint final. El derrotado fue Xabier Zandio, de Illes Balears. ¿Sostiene Pereiro que así fue, es y será siempre el ciclismo?

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Óscar Pereiro celebra la etapa que ganó en el TdF 2005.

¿@brazuca?

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La primera vez
que oí la palabra brazuca se la escuché decir a un amigo argentino en un partido de fútbol. Me sonó peyorativo. Fue en tono de insulto. Hace un par de años disputábamos un partido con mi equipo de entonces, Rosario Central de Catalunya, en el campeonato catalán de la Tercera Territorial. Mi compañero llegó a pelear un balón en una jugada dividida. Y el contrario, un jugador brasileño, entró con la pierna en alto, muy fuerte. ¡Falta! “Brazuca de mierda”, le soltó el argentino. Y brazuca quedó grabado en mi cabeza al lado de sudaca, el insulto preferido de los nacidos acá (Europa) para los nacidos allá (Sudamérica).
Y justo esa palabra, brazuca, fue la escogida para darle nombre al balón que ha sido presentado por Adidas como la pelota oficial del Mundial de Fútbol 2014 de Brasil. No lo entiendo. A mí me sigue sonando a insulto. Sin embargo, no piensan así quienes la escogieron y dicen que es un “gentilicio informal”. De acuerdo con una encuesta realizada por Adidas en Brasil, de 1.119.539 de personas que votaron en Internet, el 77.8% lo hicieron por Brazuca; el 14.6%, por Bossa Nova; y el 7,6%, por Carnavalesca. ¡Qué bonito hubiera sido hablar de Bossa Nova como pelota! Muy musical. Muy brasileña. En fin, en Río de Janeiro fue presentado, en el caso de llamarle balón, o presentada, si le decimos pelota, Brazuca. Entre las luces de la fiesta por su estreno oficial, la imagen que me queda es que a primera vista el balón podría ser fácilmente confundido con un globo de feria. De esos que se les escapan de las manos a los niños mientras prefieren asegurar la manzana caramelizada. (Ojo, con esto último no estoy hablando de cómo le ira a Messi en el Mundial). En fin, que fue presentado Brazuca y en una de las paredes del evento, se veía proyectado el @brazuca. Curioso entre a Twitter y vi que la cuenta que se identifica así: “I’m @brazuca. The official match ball of the 2014 FIFA #WorldCup. I tweet in English & Portuguese. Love me or lose me! Oh, and follow me. #ballin”; ya tiene más de 78.000 seguidores. Y, a su vez, sigue a 27 cuentas o perfiles. Por un momento pensé que entre los seguidos por @brazuca estarían el Jabulani de Sudáfrica 2010; TeamGeist de Alemania 2006, el Tango de Argentina 1978; el viejo Crack de Chile 1962, el Etrusco de Italia 1990, el Telstar de México 1970, y hasta el @Wilson de El Náufrago; pero no, @brazuca se olvida de sus raíces y sabe con quién juntarse. Entre sus seguidos están @SeppBlatter o @FIFAcom. Con esto queda claro aquella máxima que oí en un bar de Can Baró: “Tanto a la pelota como a los jugadores sólo se les sigue sobre el campo de fútbol, lo demás son insultos”.

La bici de Nairo Quintana, líder del Giro de Italia

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Desde que el equipo ciclista profesional Reynolds debutara en 1980, entonces manejado por José Miguel Echávarri, una gran marca de bicicletas ha estado a su lado como co-sponsor. Primero fue la italiano-mexicana Benotto y luego, a partir de 1983, la legendaria Pinarello.
Treinta años han transcurrido desde entonces. El equipo profesional con sus diferentes denominaciones: Reynolds, Banesto, IBanesto.com, Illes Balears, Caisse d’Epargne y Movistar consiguió sus siete victorias del Tour de Francia, cinco de Miguel Induraín, una de Pedro Delgado y otra de Oscar Pereiro, sobre bicicletas de gama alta, construidas a mano en Italia, con la pe de Pinarello, como estandarte.
Sin embargo, al cierre 2013, luego de correr las últimas temporadas con el modelo Dogma de la fábrica italiana fundada en 1952, el Movistar Team, equipo del colombiano Nairo Quintana, bajo la dirección de Eusebio Unzué, hizo público que daba por finalizada su alianza con esta firma, para comenzar otra etapa, a partir del 2014, con la Canyon.
Esta fábrica tiene su sede en Koblenz (Alemania), desde su fundación en 2002. Con once años es la bicicleta más joven de las diez y nueve marcas que participaron en el pasado Tour de Francia. Sin embargo, tiene una tradición que comienza con los hermanos Arnold, Roman y Arnold, en 1983, al crear Radsport Arnold, una tienda de partes y material para bicis, que luego se transformaría en la bici que conocemos hoy y que tiene como gran estandarte al ciclista catalán Joaquín ‘Purito’ Rodríguez, del Katusha.
El primer equipo que la compañía equipó en el pelotón ciclista fue el Unibet.com. Por ahora, su máximo héroe es Cadel Evans, que logró la camiseta arco íris como campeón mundial de ruta profesional en 2007. Aquel año, Evans corría para el Silence-Lotto en una Canyon. Ese modelo, pero mejorado, es la bicicleta sobre la que corre Nairo Quintana esta temporada. Quizás, sobre ella, sea el primer colombiano en ganar el Giro de Italia o el Tour de Francia. Todo un hito para el ciclismo de ese país.
Pd. ¡Ah! Si quiere comprarla, solo vale 8.500 euros.

El dilema… de Martino

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“Fue un error de apreciación la tardía utilización de la palabra crisis”, dijo José Luis Rodríguez Zapatero, en una confesión autocrítica de su papel como presidente del gobierno español, que hizo durante la presentación de su libro a los medios, en Madrid.
En ese texto, El dilema (Planeta, 2013) que, a manera de memorias, repasa y revive sus años como jefe de Gobierno, Rodríguez Zapatero deja en claro que debió asumir con anterioridad el uso de esta palabra para tratar de resguardar la insalvable economía española. Aceptar ese término era comenzar a reconocer el mal. Y, como tal, formaría parte de su tratamiento. Cosa que no hizo y ya sabemos cómo estamos y cómo vamos. En fin…
Cito esto, porque después de ver jugar al Fútbol Club Barcelona contra el Ajax, partido de la Champions League que perdió 1-2, en el Ámsterdam Arena, y luego de la derrota 1-0 contra el Athletic de Bilbao, en el nuevo San Mamés, su entrenador, Gerardo Martino, está aún a tiempo de incluir esta palabra en su léxico y discurso de cara al pueblo culé: dirigentes, jugadores, socios, simpatizantes y hasta los turistas que sin saber de fútbol, lo primero que hacen, al llegar a Barcelona, es comprar la camiseta blaugrana como souvenir.
Líder sólido y mandamás de la Liga española, el Fútbol Club Barcelona está en crisis. Hay que reconocerlo. Lo está porque todos los citados anteriormente –hasta los turistas que sin saber de fútbol, lo primero que hacen, al llegar a Barcelona, es comprar la camiseta blaugrana como souvenir– quieren que el equipo de Martino juegue como el de Guardiola. Y no es posible. A pesar de tener casi los mismos jugadores y la misma columna vertebral: Valdes, Piqué, Xavi y Messi, el del míster argentino y el del míster catalán son dos conceptos distintos de poner en práctica sobre el campo. El FCB está en crisis porque su máxima estrella, Messi, está lesionado. Está en crisis, a pesar de Neymar y el resurgimiento de Álexis. El equipo que se autodenomina “más que un club” está en crisis, por eso mismo que dice ser: “más que un club”. El Barça está en crisis porque los equipos que ha entrenado el ‘Tata’ se paran y juegan muy distinto a los equipos del ‘Pep’. El dilema que tiene Martino es reconocer esto y dar vuelta de página a la época guardiolista e imponer su propio estilo en el Camp Nou. Sin embargo, quizás eso le cueste el puesto. De ahí el dilema.

Quince preguntas para Diego Costa

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El otro día llevé mis documentos al Registro Civil de la Plaça del Duc de Medinaceli, en Barcelona, para iniciar el proceso de obtención de la nacionalidad española. Desde que pedí la cita, dos años transcurrieron para cumplir con este paso.
Bajo mi brazo estaba la carpeta que contenía: Certificado literal de nacimiento, del interesado, o sea, su servidor; certificado de empadronamiento de l’Ajuntament de Barcelona. Original y fotocopia de los medios de vida, informe de vida laboral, contrato de trabajo y las tres últimas nóminas; certificado de antecedente penales del país de origen, Colombia; original y fotocopia de la tarjeta de residencia (NIE). Original y fotocopia del certificado de matrimonio, y original del certificado literal de nacimiento de mi cónyuge española, actualizado. Huelga decir que era requerimiento que ella también fuese y llevará consigo original y fotocopia de su DNI (Documento nacional de identidad).
Uno a uno fui entregando los documentos ante la funcionaria correspondiente. Al finalizar, previo aviso para que mi pareja saliese del lugar, pasó a hacerme una serie de preguntas que buscaban comprobar mi conocimiento sobre el estado al que quiero pertenecer como ciudadano. ¿Ha leído la constitución española? ¿Cuál es el punto que más recuerda o cree importante? ¿Cómo está conformado el Gobierno y cuál es la división de poderes? ¿Cómo está organizado territorialmente el Estado? Diga 10 provincias… ¿Cuál es la religión oficial? Diga cinco organizaciones internacionales de las que es miembro el estado? Diga el nombre de cuatro escritores o pintores españoles. Conjugue el verbo haber.  ¿Cómo se llama la esposa del presidente de Gobierno? ¿Cuáles son las últimas cinco letras del abecedario?
Una a una fui respondiendo a las cuestiones. Sin pena, digo que contesté unas con mayor acierto que otras. Gracias a eso, ahora tengo una hoja que dice que se ha dado comienzo a mi caso, que recibiré un carta cuando mis documentos estén en Madrid; luego recibiré una citación de la Policía -para otra entrevista- y finalmente, una segunda carta con el resultado del proceso. Ahí vamos. Entre cinco, seis o más años puede durar todo hasta el sí, para abrazar la rojigualda como mi bandera, o el no.
Recuerdo todo esto, porque justo se ha dado el caso -y la polémica- de la convocatoria a un futbolista oriundo de Brasil, Diego Costa (el fotomontaje de la imagen es del diario Marca), para que integre la selección de España, como nacionalizado. El llamamiento del delantero, que juega en el Atlético de Madrid, ha suscitado opiniones a favor y en contra.
Alejándome de esa controversia y dándole rienda suelta a mi imaginación, veo a Costa sentado en una silla de una oficina de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), en frente de entrenador, Vicente del Bosque, y el presidente de la RFEF, Ángel María Villar, respondiendo un singular cuestionario para verificar su conocimiento del fútbol español y, por ende, aprobar y refrendar su convocatoria. En ese caso, de voz de Del Bosque y Villar saldrían las siguientes preguntas, que se deberían adoptar para cualquier caso similar.
1. ¿En qué fecha se anotó el primer gol de lo que se conoce como Liga de España?
2. ¿En qué partido se dio y quién lo anotó? ¿En qué campo se disputó ese partido?
3. ¿Desde que año España hace parte de la FIFA?
4. ¿Qué es Pichichi?
5. ¿En qué fecha se fundó el primer equipo de fútbol español y cómo se llamó?
6. ¿Cuál fue la primera participación de España en un Mundial de fútbol?
7. ¿Que le dice el nombre de Julio Cardeñosa?
8. Con la Copa Mundial de Brasil de 2014, ¿cuántas clasificaciones ha conseguido España?
9. ¿Quién anotó el gol qué clasificó a España para el Mundial de Argentina de 1978?
10. Diga la alineación de la Selección que jugó la final de la Copa de Europa 1984…
11. ¿Cuántas veces ha salido campeona la Selección en Europa?
12. ¿Quién fue el Divino?
13. ¿Quién marcó el gol para derrotar a Inglaterra en la Copa Mundial de Brasil 1950?
14. ¿Cómo se llama la esposa de Vicente del Bosque?
15. ¿Qué estaba usted haciendo la mañana del 23 de febrero de 1981?

 

 

 

After derbi català

Desde el color de donde se mire muchas o pocas cosas dejó el derbi jugado entre el F.C. Barcelona y R.C.D. Espanyol que, con gol del chileno Alexis, en el Camp Nou, ganó el primero sobre el segundo por un gol contra cero. Una de ellas, pocas o muchas, la encontré en el suplemento deportivo que trae El Periódico los sábados, bajo la cabecera: másdeporte.
En el “unoxuno”, un clásico de la prensa deportiva para resumir la actuación de los jugadores postpartido, cada futbolista recibe una calificación de uno a diez y un adjetivo que describe su papel dentro del campo. Si hacemos a un lado los nombres o apellidos de los futbolistas de cada equipo y lo reemplazamos por la palabra elegida por los redactores en cada caso, las alineaciones fueron las siguientes:
FC Barcelona. Portería: Oportuno. Defensa: Fallón, Dubitativo, Irregular, y Aplicado. Mediocampo: Coartado, Apretado, e Intermitente. Delantera: Salvador, Espeso, e Ingenioso. Salieron del banquillo de suplentes: Animado por Salvador; Útil por Intermitente; y Testimonial por Irregular. El gol lo anotó Salvador.
RCD Espanyol. Portería: Brillante. Defensa: Tenaz, Muro, Sobrio, y Luchador. Mediocampo: Motivado, Colocado, y Potente. Delantera: Apagado, Discreto, y Listo. Salieron del banquillo de suplentes:  Trabajador por Apagado, y Testimonial por Motivado.
Nada más qué decir. Bueno, algunas crónicas escribieron que fue un “intenso partido”. Con tanto adjetivo, ¿cómo no?

 

 

 

 

 

El rey David

David Robert Joseph Beckham no es un futbolista, es una boutique de lujo que ha abierto locales en Manchester, Madrid, Los Ángeles, Milán y ahora París. Y si se cuentan sus 115 convocatorias a la selección inglesa, también en Londres.
David tiene claro -y está en todo su derecho- que antes que deportista es una máquina de publicidad para hacer dinero. Y es que Beckham, además de ser atleta, es una marca. Sí, como Rolex, Louis Vuitton, Gucci, Chanel o Ferrari, que se disputan los locales estratégicos en las ciudades citadas y quieren tener su nombre en boca de todo el mundo. Para vender más.
‘Becks’, como le llaman en Inglaterra, abrió su más reciente tienda en París. El vendedor, entre otros productos, de calzoncillos, slips o gayumbos; relojes, vestidos, videojuegos y hasta fútbol, que está casado con una ex Spice Girls, (chica de las especias, por su traducción literal al español… ¿qué extraño que no le guste el ajo de Madrid?), y que en sus domingos libres, cuando su agenda publicitaria se lo permite, salta a un campo para darle patadas a una pelota, fue recibido en una sala de prensa abarrotada de cámaras y periodistas en su presentación como jugador del Paris Saint Germain (PSG). Con su pelo rubio perfectamente echado para atrás por el fijador, una barba de cuatro días, vestido con un traje oscuro que hacía juego con su corbata y la camisa gris, y un reloj dorado con correa de cuero, el vendedor profesional de 37 años dijo que el dinero de su salario con el PSG lo destinará para apoyar a infantes desprotegidos, a través de fundaciones caritativas. No lo necesita, sabe que con sus entradas por las ventas en sus “tiendas”, tendrá tanto para él como para su esposa, Victoria, y sus cuatro hijos: Brooklyn Joseph, Romeo James, Cruz David y Harper Seven.
A poco tiempo de la llegada de David a La belle Équipe, como le dicen al PSG en París, algunos ya se atreven a decir que la capital francesa está completa: tiene la Torre Eiffel, el museo Louvre, la iglesia de Nòtre Dame, el río Sena y ahora a Beckham, otro ícono para su skyline.

No al ‘Waka Waka’

La noticia que leí me dio la razón. Tenía origen en Sudáfrica, en las calles de Johannesburgo. Allí, una tal Lindi Munonde -seguro con más oído musical que yo-, afirmaba que el himno del Mundial “era horrible”. Otro, un tal John Sono descalificaba que se hubiera invitado a Shakira para cantar y grabar con el grupo local Freshlyground la canción La hora de África o Es tiempo para África, más conocida como el Waka waka. “¿Acaso nuestros músicos no tienen el nivel para hacerlo solos?”, se preguntaba finalmente Sono.

Y eso me da pie para escribir, no en defensa de la cantante barranquillera, que creo que lo único que le agrega de valor a la canción es el movimiento de sus caderas. Sí, me da pie para recordar otras alternativas que la Fifa bien hubiera tenido en considerar como temas oficiales del certamen. Además, a pocas horas de que comience el Mundial y con todos los expertos analizando y desmenuzando todo el torneo desde el punto de vista futbolístico, pensé que sería bueno refrescar el ambiente con un poco de BUENA música. Claro, y a modo de homenaje a Los diez mejores de la música, ese programa ochentero que presentaba Lina Botero en la televisión de Colombia, aquí van mis diez canciones que tienen a África como comienzo y fin.

¿Con cuál se queda usted?

1. Mama Africa (Chico Cesar)

2. Africa United (Bob Marley)

3. Mama Africa (Akon)

4. Africa (Toto)

5. África (Fernando Castro)

6. Africa (Karl Wolf)

7. Africa (Perpetuum Jazzile)

8. God Bless Africa (Nkosi Sikeleli)

9. Out of Africa (John Barry, banda sonora del filme Memorias de África)

10. USA for Africa (Artistas varios)

…Hasta We Are The World- USA for Africa suena un poco, solo un poco, mejor que el Waka Waka de Shakira… ¿Ya escogió el suyo? Si no es así, cante conmigo: “We are the world… we are the childrens…”.