¿Por qué la gente se gana la lotería? Ese fácilmente podría ser el título para un libro dentro del catálogo de una editorial especializada en el género de la autoayuda y superación personal. ¿Por qué la gente se gana la lotería? sería un éxito de ventas. Claro, sería un libro gordo. Con muchas páginas para repartir entre familiares, amigos, conocidos y colegas del bar. Imagino que después de leerlo, cada una de las personas, celebraría destapando cava o champán, frente a la librería en donde lo adquirió, abrazando al librero de turno. Ya los veo, asediados por los micrófonos de la prensa y las cámaras de los telediarios, respondiendo: “es apenas para tapar huecos”. ¿De la biblioteca? En ese mismo instante, también veo pasar transeúntes que envidian el brillo en los ojos y la sonrisa de cartel de las personas beneficiadas. “¿Por qué él y no yo?” se preguntan con una cara que trata de esconder sus más oscuros pensamientos. La respuesta a esa cuestión vendría, a modo de segundo capítulo, en este best-seller, bajo el título ¿Qué hace que una persona se gane la lotería y qué hace que otra no? Claro, esta parte del texto hablará de la suerte, el azar y la casualidad. No quiero adelantar el final y dañar el negocio a la editorial que se lance a publicar tan magna obra. Sin embargo, una luz que pueda iluminarnos, tal vez está en ese mini-diálogo que me aconteció con un desconocido, que al verme detener, para observar la cantidad de décimos, billetes y números en juego, frente a la administración Fontana No. 32 de Loterías del Estado, en la calle Gran de Gràcia, 164, me preguntó:
– ¿Sabes por qué nunca me he ganado la lotería?
– No –respondí, tratando de saber su secreto.
– Porque jamás la he comprado.