Notas al pie de Sacco

Joe Sacco tiene nombre de boxeador. Sí, de esos italianos o newyorkinos de mandíbula de hierro y cara cuadrada. De esos gigantes campeones de las categorías de los pesos pesados de la AMB o el CMB que se lo jugaban todo, tras 15 asaltos, en un recto de derecha o en un cross de izquierda. Pero su cuerpo es delgado, no pasa de los 70 kilos. No es boxeador y menos italiano.

Joe Sacco es maltés y viaja con pasaporte estadounidense. Documento que le permite ir por el mundo, de conflicto en conflicto. De guerra en guerra, tratando como cualquier otro periodista de contar lo que sus ojos ven. Pero Sacco es diferente a muchos otros. Lápiz, libreta y cámara fotográfica en mano, su curiosidad y profesión lo ha hecho estar en lugares como Palestina, Bosnia y Chechenia.

De cada uno de estos viajes, el ilustrador que se gradúo de periodismo en la Universidad de Oregón (1981), el mismo al que no le recibían sus trabajos porque no estaban dentro de las líneas editoriales de muchos diarios y revistas en EE.UU., decidió seguir adelante y publicar sus historias en el género que mejor manejaba: el cómic.

Así surgieron y fueron publicados en España: Gorazde: Zona Protegida (Planeta-De Agostini, 2001); Palestina: En la Franja de Gaza (Planeta-De Agostini, 2002); El mediador, una historia de Sarajevo (Planeta-De Agostini, 2004); Apuntes de un derrotista (Plantea-De Agostini, 2006); El final de la Guerra: reseñas biográficas de Bosnia (Plantea-De Agostini, 2006).

Después de haber ganado, entre otros premios, el American Book Award y el Eisner Award, el re-creador -porque investiga y, a través de su trazo, nos hace vivir la historia que cuenta- desilusionado por el tratamiento que le daban los medios estadounidenses al conflicto palestino-israelí, regresó a ese territorio para mostrarnos los hechos que rodearon y desencadenaron las matanzas de Khan Younis y Rafah en noviembre de 1956. Hechos remitidos a breves informes de los observadores de la ONU y olvidados por periódicos y libros, pero que él se vio comprometido a investigar.

¿Por qué contar algo tan antiguo, por que no olvidar eso y narrar lo que está pasando ahora en esa parte del mundo? Le pregunta en una viñeta un joven palestino. Sacco le responde con su estilo minucioso, realista, en el que cada detalle cuenta, con la punta de su lápiz bien afilada, en un limpio blanco y negro que llenan las 418 páginas de su más reciente historia Notas al pie de Gaza (Mondadori, 2010): “Porque tú mismo y tu historia también pueden ser olvidados dentro de unos años”.

Mezcla del trazo de Robert Crumb, lo satírico de Harvey Pekar (American Splendor) y la investigación de Truman Capote, Sacco logra una obra en la que muestra un conflicto desde adentro, con los odios de unos contra otros. Con el cansancio que denota la población palestina contra los milicianos que enfrentan al gigante invasor y que los utilizan para sus intenciones militares. Con los temores y asares que viven a diario millares de ciudadanos por las calles de una Palestina pobre y olvidada por el mundo. Unas calles por las que transitan autos, sí; pero en donde el tráfico se detiene y se controla por el miedo, las balas trazadoras y las bombas que dejan caer las fuerzas de ocupación israelíes.

“Ensayo ilustrado”, “cómic periodístico”, “cómic ensayo histórico”, “cómic documental”. Estas son algunas de las etiquetas que estudiosos y especialistas han puesto sobre el libro. Lo cierto es que es un documento vital para comenzar a entender lo que sucede en esa región. Para ello, Sacco estuvo tres veces en la Franja de Gaza, durante el 2002 y el 2003. Recopiló cantidad de material, buscó y entrevistó a personas que vivieron los hechos y los llevó a recordar y hablar, viñeta a viñeta, sobre la matanza.  Se mete tanto dentro de la historia que, como ya es costumbre en su trabajo, lo narra en primera persona. Una voz que lo hace más confiable y cercano al lector.  Así Sacco nos conduce de la mano, por Gaza, para ver como los bulldozer derriban las casas de palestinos en la frontera con Egipto. Sacco ve y cuenta lo que pasa actualmente, sin perder el hilo de su historia principal.  Convirtiendo al lector en otro testigo. Otro sobreviviente de las masacres de Khan Younis y Rafah en 1956.

Sí, Joe Sacco no es un boxeador. Pero en su trabajo periodístico, cómics que cuentan verdades, aplica esa frase que hizo famosa Mohamed Alí: “Vuelo como una mariposa pero pico como una abeja”. Así es el trabajo de este maltés que, sin dudarlo, se mete en el ojo del huracán para rayar en su libreta, como si fuera un boxeador de peso pesado que pegara un cross de izquierda o un recto de derecha para vencer por nocaut a sus oponentes. Que no son otra cosa sino el olvido, la desinformación y la mentira.

pd: En las facultades de periodismo, si es que todavía las hay, ya debieran jubilar y darle descanso a Truman Capote y su A sangre fría como ejemplo de investigación y de Nuevo (viejo) Periodismo. Ahí está Notas al pie de Gaza de Joe Sacco para reemplazarlo y con mérito sobrado. Porque el cómic también cuenta.

Leave a Reply