Los otros diez ‘mineros’

Después que cámaras, micrófonos, grabadoras y periodistas se fueron, siguiendo la estela de espectáculo mediático, tras los 33 rescatados de la mina de San José en Chile, el enviado especial de Desde la multitud llegó al desierto de Atacama. Un poco tarde sí -como siempre-, pero con su olfato logró una EXCLUSIVA MUNDIAL. Reportar a otras 10 personas (en realidad fueron 11… bueno, 10, pues al final se supo que una era una muñeca hinchable) transportadas por la cápsula Fénix desde el fondo del socavón. Aquí las fotos del momento de su salida, su razón de estar en la mina y qué dijeron al volver a la superficie. Eso sí, siempre con los lentes oscuros para protegerse del sol, los destellos de luz y de esa realidad que volvían a enfrentar; pero como Oakley solo mandó 33 gafas, para 33 mineros, ellos mismos tuvieron que conseguirse las suyas.

10. Barack Obama. Explicó que tenía que llegar primero que sus adversarios políticos en EE.UU. Voló desde el aeropuerto JFK de New York tras ser aconsejado por sus asesores, que leyeron en el The New York Times este titular: ‘Los Republicanos ganarían el control de la cámara baja’. “El panorama es muy oscuro. Y, por favor, no me traten como un artista, diríjanse a mí como un trabajador más”, añadió al estar afuera.

9. Carles Puyol y Bojan Krkic. El FC Barcelona los envió como representantes de esa ONG en misión humanitaria. “El partido estuvo muy difícil, pero así es el fútbol… hay que pensar en el próximo domingo. Lo mejor es que no vino nadie del Madrid, les ganamos otra vez. ¡Visca el Barça i Visca Catalunya”.

8. Paris Hilton. Tanta cámara, tanto medio y tanto periodista la hicieron viajar a Atacama. “Me pareció chic estar aquí. Les dije a los mineros que para ocuparnos pintáramos de rosa las paredes de la gruta, pero ninguno me tomó en serio. No sé porque las cámaras se interesan por esta gente. Huelen muy feo.  A uno le presté mi Chanel No. 5, pero se lo bebió al confundir el envase con una petaca de whisky”.

7. Carlos Fabra. Se dice en los corrillos que estaba en Chile para asesorar al gobierno de ese país en la construcción de balnearios en medio del desierto, tipo Marina d’Or, que buscan mejorar las condiciones de vida de los trabajadores. Bajó a la mina para ofrecerles casas en Castellón y nacionalidad española a los 33 mineros. Eso sí, siempre y cuando voten por el PP en las próximas elecciones. “Son unos héroes, les daremos una vivienda digna -siempre que paguen la hipoteca- en nuestra patria, que desde ya, también es la suya”.

6. Brad Pitt. Se dejó crecer la barba y se puso un gorro para pasar de incógnito en la mina. Estuvo allí para estudiar de cerca el comportamiento de los mineros, ya que protagonizará la película, que ya se está rodando en el mismo lugar, sobre el rescate. Angelina y los niños lo acompañaran para mostrar lo que es una verdadera familia de mineros y así darle más realismo a la producción. “El filme será un homenaje a la inseguridad de las minas en Chile, ejem… perdón, es un homenaje a la valentía de los empresarios de Chile que ofrecen trabajo en estas condiciones inhumanas para cualquier ejecutivo que, de traje y corbata, quiera dirigir una cuadrilla de mineros en pleno desierto y con semejante calor”, dijo.

5. Augusto Pinochet. El cadáver momificado del ex presidente y Comandante chileno también fue llevado por el gobierno para que él mismo dirigiera la operación (Ojo, no confundir con la ‘Operación Cóndor’). No comentó nada por estar muerto, pero hay dos frases que dijo en su momento y lo recuerdan: “En este país no se mueve una hoja sin que yo lo sepa” y “La mentira se descubre por los ojos y yo muchas veces mentía, por eso usaba anteojos oscuros”.

4. ‘Conejita’ de Playboy: Apenas se enteró del derrumbe en la mina de San José, el forjador y dueño del imperio Playboy, Huff Hefner, no podía creer que los 33 hombres atrapados fueran a pasar tres meses sin ver mujer alguna. Por eso la Fundación Playboy, bandera en la lucha contra ese mal, les mandó su mejor muñeca inflable o hinchable, tamaño natural, para que se la turnaran entre ellos… cosa que no fue posible, pues la momia del Comandante supremo la acaparó durante los 69 días. La cifra no es coincidencia. Y como la muñeca no habló y el ex presidente está muerto -aunque algunos no lo crean-, como periodistas de raza nos toca poner en los labios del Comandante chileno una canción del programa 31 Minutos, que dice: “Mi muñeca me habló/ me dijo cosas / que no puedo repetir / poque me habla solo a mí/”.

3. Kim Jong-il: El Presidente de la Comisión Nacional de Defensa, Comandante Supremo del Ejército Popular de Corea -del Norte- y Secretario General del Partido de los Trabajadores de -la misma- Corea -del Norte-, aprovechó tomar vacaciones de mando, al tener nombrado ya su sucesor, su hijo menor Kim Jong Un. El “Querido Líder” coreano se mostró muy callado y no compartió con ninguna de las personas de la mina de San José. Por terceros supimos que, cuando se le rompió uno de los tacones de sus zapatos -los usa para verse más alto- cruzó palabra con Paris Hilton, pero está le dijo que ella solo tenía bambas o zapatillas. “Lastima que no vino Nico (Sarcozy), él te hubiera prestado uno de los suyos”, dicen que le dijo la Hilton a Jong-il.

2. Karl Lagerfeld: El excéntrico modista y fotógrafo alemán se pasó por el socavón queriendo inspirarse y tomar modelos en la mina para la casa Chanel. Así prepara lo que será la temporada primavera-verano 2011. Fue invitado por Paris Hilton. “En los próximos días, meses, años, todo el mundo hablará de los mineros. La moda no puede mirar para otro lado, la moda tiene que seguir a la naturaleza”, dijo el diseñador que salió de la mina con un bolso llenó de piedras, arcilla, bocetos y muestras de color.

1. Lady Gaga: La cantante y artista pasó por la mina de San José cumpliendo ese principio que la lleva por el mundo: “Donde esté Paris (Hilton), ahí estare yo”.  La experiencia de la mina le pareció “enriquecedora y muy humana” para su trabajo como compositora. Eso sí, le aconsejó al gobierno chileno pavimentar el desierto porque ella no puede con el polvo. Anunció que escribió una canción que la da título a su próximo trabajo: ‘Don’t pray for the mineros, pray for you’ y que rodó escenas de su vídeo con Kim Jong-il, el cadáver de Pinochet, la muñeca hinchable y Carlos Fabra.

0. La Calabaza de Halloween: Ah… a última hora se supo que el Tea Party de Estados Unidos, al no tener representante político sin un hueco en la agenda, mandó a su máximo y principal ideólogo: La Calabaza de Halloween, que no quiso explicar nada sobre su visita. Los expertos dicen que la calabaza apareció, ya que a los del Tea Party les parecía inconcebible que los mineros pasaran la Noche de Brujas, dentro del socavón, sin celebrar la (según el Tea Party) fiesta nacional de EE.UU…. menos mal que los 33 hombres ya están con sus familias y podrán hacer lo que se les venga en gana.

Íngrid Betancourt no fue ninguna cagona

Tras su retención, en el 2002, y vuelta a la libertad, en julio pasado, Íngrid Betancourt se ha convertido en un personaje de reconocimiento mundial. No sería para menos, después de seis años de estar secuestrada en la selva por las Farc, la ciudadana mitad colombiana-mitad francesa ahora es un símbolo de la lucha contra este delito. 

Por eso va y viene. Desayuna croissant, junto a Sarcozy y Carla Bruni. Come un bocadillo de jamón de bellota, con Rodríguez Zapatero. Almuerza congrio a la chilena, con Michelle Bachelet. Toma la merienda, en Nueva York, con el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon; el menú es coreano: Kimchi (verduras fermentadas) y pasta de Doenjang con salsa de soja. Y, para terminar, cena con el papa Benedicto XVI, algo liviano, langostinos; y de postre, el favorito de Su Santidad, strudel de manzana. Es que, literalmente, al símbolo hay que alimentarlo.

La fama de Íngrid es tal, que la presidenta de Argentina, Cristina Fernández Kirchner, tras su visita en ese país, forzó en días pasados un encuentro de las dos con Madonna, que pasaba por allí. No hubo asado argentino ni chinchulines, pero la foto de la Presidenta, la cantante y el símbolo, dio la vuelta al planeta. Ingrid de nuevo en las primeras planas del mundo.

Sin embargo, todo este ir y venir, todo ese trabajo de relaciones públicas no le alcanzó a la ex candidata presidencial en Colombia para lograr el maximo reconocimiento que puede conseguir una figura mundial en Barcelona: ser uno de los treinta mil caganers (cagones sería la traducción al castellano) que se exhiben y venden este año en la Feria de Santa Lucía, frente a La Catedral de la Ciudad Condal.

 Sí. Fui a buscarla. Con un sentimiento que mezclaba la pena y el orgullo colombiano, pero no la encontré. En los estantes del local de caganers, vi que Hugo Chávez repetía, literalmente, cagada, pues el año pasado también estuvo; que Carla Bruni, a pesar de su imagen de primera dama francesa, es tan humana como usted o como yo; que Rafael Nadal hace tanta fuerza como la que emplea para vencer a Federer, que con razón Lula Da Silva es el presidente de “O pais mais grande do mundo”, que Rajoy y Zapatero hasta en esto puntean en la política española. Tampoco faltan ni la Familia Real ni el papa Benedicto XVI… pero Ingrid no estaba por ningún lado.

“Preguntan mucho por Fidel (Castro), pero por ella no”. Así respondió Marc, el artesano y vendedor, en su puesto de caganer, cuando le pregunté si tenía a Íngrid Betancourt entre sus tantas figuras de barro. “Habrá que hacerla para el próximo año -añadió mientras vendía por 15 euros a un Barack Obama que, sin mucho estreñimiento, también aquí pudo-. La figura como caganer del nuevo presidente de EE. UU. es la más vendida de la feria.  

Según la explicación de los expertos, esta escatológica tradición tiene su origen en el siglo XVIII. “Es una figura obligada en los belenes (pesebres), puesto que la gente decía que con su deposición abonaba la tierra y así la fertilizaba para el año siguiente. Colocar esta figura en el Belén, traía suerte y alegría, no hacerlo comportaba desventura”. Y ¿es que si la caca de Ingrid, Premio Príncipe de Asturias de la Concordia, Legión de Honor en el grado de Caballero de Francia, y hasta postulada al Premio Nobel de Paz, no sirve cómo abono, pues tampoco sirven la de Nadal, Fernando Alonso, o los jugadores del Barça.

“No”, respondió Marc, al ver que mi enojo y demanda podía crear un litigio internacional y llegar hasta el Tribunal de La Haya. “Te prometó que para el 2009 la tendremos… eso sí, si no la compran, pues la sacamos del mercado”, agregó. Entonces me fui tranquilo. Quizás Óscar Morales, el barranquillero creador en Facebook de ‘Un millón de voces contra las Farc’, podría hacer un llamamiento por ese medio para marchar bajo el lema ‘Un millón de voces para que Ingrid sea una cagona (caganer)’… eso seguramente que presionaría para tenerla en el puesto de Marc.

Caminé por la Avenida Catedral, rumbo a casa, tranquilo porque en el 2009 vamos a tener a Ingrid aquí. Me fui leyendo en mi mente lo que dirían los titulares de la prensa en Colombia, registrando la noticia como el triunfo de toda una nación. El Tiempo: “Ingrid, la primera ‘caganer’ colombiana”; El Espacio: “La mierda de Ingrid aterriza en Barcelona”; El Espectador: “Esperanza en la tierra catalana, gracias a las heces de Ingrid”; El Heraldo: “Comienza el Carnaval de Barranquilla”; El País (de Cali): “Ingrid hizo popó en Barcelona”; y El Gusano, la única revista que no tiene eslogan: “¡La cagó, Ingrid la cagó!”.

Allí, además de sus amigos, seguramente estarán Mariano Rajoy, líder del Partido Popular, y Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno español, con los brazos cruzados, y otra partes muy apretadas, para darle la bienvenida que merece. Mucha suerte a Ingrid, pero a la caganer.