La bici de Rigoberto Urán

Specialized-Tarmac

Rigoberto Urán aterrizó en Europa como ciclista profesional en 2006. Tenía 19 años y su primer equipo fue el italo-irlandés Team Tenax. Entonces montaba una Opera. Una bicicleta con cuadro de carbono, hecha por la misma Pinarello, que lucía los colores negro y verde de la escuadra dirigida por Fabio Bordonalli. Opera era una joven marca que la legendaria fábrica italiana de bicis buscaba potenciar en el mercado.
Así se puede decir que el ciclista, subcampeón del Giro de Italia 2013 y medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, casi siempre ha montado en su trayectoria elite una máquina salida de la factoría de Treviso. Sólo ha sido ‘infiel’ a esta marca, tras su pasó en el 2007 por el Unibet.com, equipo con licencia sueca pero estructura belga, que corría con Canyon, y con el que se hizo conocer tras ganar una etapa de la Vuelta a Suiza de ese año.
En el Caisse d’Epargne, entre 2008 y 2010, Urán comenzó su andadura real en una Pinarello. Con ésta marca alcanzó podio en la Volta a Catalunya, segundo, y Giro de Lombardía, tercero. Actuaciones que lo llevaron a recalar en el mejor equipo del mundo del ciclismo, el Sky inglés.
Allí, bajo la batuta de Dave Brailsford, del 2011 a 2013, conoció la Dogma de Pinarello. Una bici rígida en el plano, dócil cuando la carretera se empina y fácil de dominar en los descensos. Dando pedales, encima de una de éstas logró ganar una etapa de la Volta a Catalunya 2012, la medalla de plata olímpica de Londres 2012, una etapa en el Giro de 2013 y ese mismo año el segundo cajón en el podio, detrás de Vicenzo Níbali.
A sus 27 años, Urán se mueve como un veterano en el pelotón. De esa manera, este 2014 enfrenta el reto de liderar un equipo como el belga Omega Pharma Quick Step, bajo la dirección de Pactrick Lefevere. En el que comparte galones con Marc Cavendish, Tom Boonen, Tony Martin y el joven Michael Kwiatkowsky.
Y claro, cambiar de equipo supone muchas veces cambiar de bici. La máquina de Urán es el modelo Tarmac de Specialized. Equipada con ruedas Zipp, componentes Sram y cuenta kilómetros Polar Electro, la bicicleta estadounidense ya ha sido probada por el ciclista colombiano, tanto en el cuartel general de la compañía en California como en la reciente concentración del equipo en Europa. Él mismo ha comentado que se encuentra a gusto y que serán sus piernas las que respondan durante la temporada si puede sumar triunfos a su palmarés con la Specialized. ¿Extrañará la Pinarello? Lefevere, los colombianos y seguidores del ciclista por el mundo esperan que no.

Jorge Carrión: el coleccionista de Librerías

Como finalista del Premio Anagrama de Ensayo 2013, el escritor español Jorge Carrión rinde un sentido homenaje a las librerías. En el libro, el autor -viajero consumado- recorre los cinco continentes para reflexionar sobre la vida de las tiendas de libros. Mientras en París o Nueva York algunas han pasado de ser centros culturales a íconos turísticos, en otras ciudades del mundo muchas cierran sin más remedio que el olvido. Entrevista.

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Publicado en revista Gaceta de El País, 8 de diciembre de 2013

 

¿@brazuca?

adidas-brazuca
La primera vez
que oí la palabra brazuca se la escuché decir a un amigo argentino en un partido de fútbol. Me sonó peyorativo. Fue en tono de insulto. Hace un par de años disputábamos un partido con mi equipo de entonces, Rosario Central de Catalunya, en el campeonato catalán de la Tercera Territorial. Mi compañero llegó a pelear un balón en una jugada dividida. Y el contrario, un jugador brasileño, entró con la pierna en alto, muy fuerte. ¡Falta! “Brazuca de mierda”, le soltó el argentino. Y brazuca quedó grabado en mi cabeza al lado de sudaca, el insulto preferido de los nacidos acá (Europa) para los nacidos allá (Sudamérica).
Y justo esa palabra, brazuca, fue la escogida para darle nombre al balón que ha sido presentado por Adidas como la pelota oficial del Mundial de Fútbol 2014 de Brasil. No lo entiendo. A mí me sigue sonando a insulto. Sin embargo, no piensan así quienes la escogieron y dicen que es un “gentilicio informal”. De acuerdo con una encuesta realizada por Adidas en Brasil, de 1.119.539 de personas que votaron en Internet, el 77.8% lo hicieron por Brazuca; el 14.6%, por Bossa Nova; y el 7,6%, por Carnavalesca. ¡Qué bonito hubiera sido hablar de Bossa Nova como pelota! Muy musical. Muy brasileña. En fin, en Río de Janeiro fue presentado, en el caso de llamarle balón, o presentada, si le decimos pelota, Brazuca. Entre las luces de la fiesta por su estreno oficial, la imagen que me queda es que a primera vista el balón podría ser fácilmente confundido con un globo de feria. De esos que se les escapan de las manos a los niños mientras prefieren asegurar la manzana caramelizada. (Ojo, con esto último no estoy hablando de cómo le ira a Messi en el Mundial). En fin, que fue presentado Brazuca y en una de las paredes del evento, se veía proyectado el @brazuca. Curioso entre a Twitter y vi que la cuenta que se identifica así: “I’m @brazuca. The official match ball of the 2014 FIFA #WorldCup. I tweet in English & Portuguese. Love me or lose me! Oh, and follow me. #ballin”; ya tiene más de 78.000 seguidores. Y, a su vez, sigue a 27 cuentas o perfiles. Por un momento pensé que entre los seguidos por @brazuca estarían el Jabulani de Sudáfrica 2010; TeamGeist de Alemania 2006, el Tango de Argentina 1978; el viejo Crack de Chile 1962, el Etrusco de Italia 1990, el Telstar de México 1970, y hasta el @Wilson de El Náufrago; pero no, @brazuca se olvida de sus raíces y sabe con quién juntarse. Entre sus seguidos están @SeppBlatter o @FIFAcom. Con esto queda claro aquella máxima que oí en un bar de Can Baró: “Tanto a la pelota como a los jugadores sólo se les sigue sobre el campo de fútbol, lo demás son insultos”.